Ante la falta de personas en las calles y el cierre de escuelas y oficinas públicas, vendedores de tamales reportan una baja en sus ventas de hasta el 50 por ciento, lo que representa una fuerte pérdida económica para quienes se dedican a esta actividad.
De acuerdo con los entrevistados en el Centro Histórico de Cuernavaca, desde esta semana disminuyó el número de personas que trabajan en el primer cuadro a raíz de la cuarentena voluntaria que iniciaron en sus hogares, lo que ha provocado la baja en el consumo de tamales, ya que en un día normal se vendían entre 100 y 150 piezas, pero en los últimos días solo se han podido vender aproximadamente 50.
Los vendedores afectados, aseguraron que les gustaría realizar la cuarentena y quedarse en sus hogares, sin embargo, tienen que salir a trabajar para poder llevar comida para su familia.