El principal temor entre los ciudadanos de más de 30 años, que han comenzado a vacunarse en Morelos, es contagiar a sus familias de COVID-19, pues la mayoría aseguró que nunca dejó de trabajar.
Elia Villamar, una camarista del hotel Radisson aseguró que en su centro de trabajo tiene que cubrir eventos sociales cada semana, pero a pesar de las medidas que siguen manifestó que el riesgo es latente.
Mientras que Jorge Antonio afirmó que su labor en una tienda Oxxo también es de mucho contacto con la población y coincidió en el riesgo que existe en llevar la enfermar a casa.
Finalmente, Liliana Gallegos, quien es empleada de una tienda de abarrotes destacó que la misma idea cruzó por su cabeza, pero ahora con la vacuna ya se siente más tranquila.