La llegada de aplicaciones sociales ha supuesto un verdadero revulsivo a la manera en la que nos relacionamos con nuestros semejantes. Algo que era impensable, al menos de la forma en la conocemos, hace 20 años. Estas apps son la versión digital a los anuncios que se ponían en prensa o revistas para entablar amistad, incluso a las cuñas de radio destinadas a tal fin.
La oferta actual es muy vasta, ya que es posible encontrar desde apps para interactuar de manera social, como Facebook, Twitter o Instagram, a otras que tienen un carácter más íntimo. Tinder o Badoo serían un par de ejemplos. Pero, ¿Qué nos lleva a registrarnos en una app social? ¿Ganas de relacionarnos? ¿Obtener seguidores? ¿Notoriedad?
Independientemente de que se trate de aplicaciones para ligar o de simplemente, para conocer a más personas, estas apps se encuentran en un buen momento de forma. Las aplicaciones de este carácter no son un sustituto de nada, durante el periodo de confinamiento y tras las duras restricciones nos han ayudado a mantener contacto fluido con los demás. Son una forma más de relacionarse tal y como puede ser ir a una cena de trabajo o a un acto social.
Las aplicaciones para relacionarse, no tienen por qué ser necesariamente para ligar, permiten concoer a personas que tienen los mismos intereses que tú. Desde ir a correr por las mañanas a hablar en inglés. En este caso, hablamos de aplicaciones para relacionarse con un fin práctico y con unos intereses comunes. Meet up es un buen ejemplo, y lo que pone a tu disposición es la posibilidad de realizar quedadas, ya sean esporádicas o periódicas. Una aplicación de este tipo lo único que está haciendo es ampliando las posibilidades de interactuar, algo que puede resultar mas complejo o lento si no la utilizamos.
Razones que nos llevan a utilizar apps sociales
Las aplicaciones de este tipo, ya sean para ampliar nuestros intereses o conocer a más personas, responden a una necesidad. ¿Por qué buscamos en el universo digital aquello que no encontramos en la vida real?
- Salir de una situación comprometida: Las aplicaciones de uso social son un buen estímulo para personas que este superando un proceso de duelo, como puede ser la pérdida de la pareja o remontar tras una separación.
- Conocer más sobre cualquier asunto: Por ejemplo, los grupos de Facebook son un buen punto de encuentro para intereses diversos. Desde hobbies a la historia local, encontrar personas o información acorde a nuestros intereses es siempre un gran estimulo.
- Debatir: Muy usual en apps como Twitter, en la que puedes unirte a un hilo o responder a un tuit de cualquiera. El debate sano favorece el aprendizaje y te abre a otros puntos de vista.
- Iniciar una relación: Las apps para conocer personas con carácter más íntimo gozan de buena salud. Eso es debida al ahorro en los tiempos. Lo que hace años se hacía tras varios encuentros y un conocimiento progresivo, ahora puede hacerse más rápido y con una persona de cualquier lugar del mundo.
- Compartir un estilo de vida: Muy normal en los perfiles de Instagram, en el que los usuarios muestran mediante fotografías y videos lugares de interés o su lado más personal o artístico.
Sea como sea, las apps han cambiado la manera en la que nos relacionamos con los demás de manera evidente. Si antes llevaba un proceso más a fuego lento, ha conseguido tornarse hacia lo que se demanda en la actualidad, la inmediatez. Las apps sociales ya no solo nos ayudan a conocer a más personas, sino que abren el campo hacia nuevas formas de interactuar con el conocimiento.