DÍA DE MUERTOS SALVA VENTAS EN MERCADOS

DÍA DE MUERTOS SALVA VENTAS EN MERCADOS

El olor a incienso, copal e incluso mirra vuelven pesado el ambiente. El colorido de la flor de cempasúchil y su olor característico contribuyen a crear la atmósfera: el Día de Muertos ha llegado.

Los mercados de la capital morelense se vieron atiborrados desde el pasado viernes con clientes que este año sí salieron a comprar todo para la tradicional ofrenda.

Flores, veladoras, guías multicolores de catrinas, fruta, calaveritas de azúcar, chocolate y gomitas, dulce de calabaza, entre otros, se van directo a las bolsas de los clientes y con ello la venta incesante da esperanzas a los locatarios.

La pandemia causada por el virus de la Covid-19 desde principios del 2020, orilló a un porcentaje considerable a abrir cada tercer día o incluso cerrar de manera definitiva ante las bajas ventas.

Pero este año la historia es diferente, la coincidencia entre los vendedores de los nueve mercados en la capital morelense es que sus ventas, en un comparativo con el año pasado, se duplicaron.

“No nos podemos quejar, la gente salió y de sus casas y vino a comprar lo hecho en México para preservar una de las tradiciones más importantes”, expresó Miguel Ángel Bahena Resendez, secretario general de la unión de locatarios del mercado Lomas de la Selva.

La percepción se repite en cada central comercial. Incluso en el mercado de La Carolina, donde la venta especial de flores y demás aditamentos para la ofrenda se terminó este domingo.

Pero entre los locatarios se cooperaron y como cada año colocaron una gran ofrenda que fue dedicada a las víctimas de la Covid-19, tanto locatarios, clientes y hasta un hombre mayor que ayudaba en las labores de limpieza.

En los otros mercados, la vendimia se extenderá hasta mañana, a pesar de que los siete panteones de Cuernavaca estarán cerrados hasta el próximo jueves.

Los muertos “salvaron” nuestras finanzas, comenta con una gran sonrisa Diana, quien continúa incesante su faena de entregar ramos de cempasúchil, la tradicional flor para “iluminar” el camino hasta la ofrenda a las almas que nos visitan.

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