El pasado fin de semana, trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se dispersaron hacia varios puntos de la capital morelense con la consigna de “bajar el switch” a los pozos que abastecen de agua a “la ciudad de la eterna primavera”.
El hecho causó molestia entre los parroquianos, y en el poblado de Chamilpa hubo amago de linchamiento. La situación se tornó tensa por un par de horas en las que el trabajador de la empresa “de clase mundial” fue retenido hasta que intervino la autoridad municipal y fue liberado.
En el poblado de Acapantzingo los vecinos se organizaron y mantienen vigilancia, día y noche, en el pozo para no padecer, de nueva cuenta, la falta de servicio por el adeudo que mantiene el Sistema de agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC) con la Comisión por más de 200 millones de pesos.
Para que realmente haya una negociación, el Sistema debe pagar “una buena cantidad”, de lo contrario las negociaciones para “pagos chiquitos” simplemente son nulas.
Así lo manifestó la titular del organismo descentralizado, Evelia Flores Hernández, quien declaró, “¿De dónde saco 200 millones para pagarles? Si no cubrimos un porcentaje importante del adeudo, la CFE se niega a toda negociación, nosotros vamos llegando al SAPAC, la administración municipal inició con el año, apenas llevamos un mes y las arcas están vacías, lo que recaudamos diariamente no alcanza”, declaró.
Pero ante el enojo de los cuernavacenses, cumplidos o no con el pago, la funcionaria debió gestar un encuentro con la CFE para “bajar los ánimos” y que las acciones para dejar sin suministro a los pozos –y por ende sin agua a los capitalinos-, sean suspendidas hasta encontrar una alternativa de pago.