“El ataque que mató a mi padre no fue personal, le pido a ese hombre que se arrepienta, le pida perdón a Dios para que alcance su misericordia”, fueron las palabras expresadas por Francisco Toledo, hijo de don Nicolás, una de las víctimas mortales de Robert E. Crimo III, identificado como el responsable del ataque a tiros en un suburbio de Chicago, registrado ayer durante los festejos del Día de la Independencia de la Unión Americana.
Don Nicolás era residente americano desde 1985; logró su jubilación y regresó a su tierra natal, Nexpa, una comunidad ubicada en el municipio de Tlaquiltenango al sur de Morelos. De manera habitual, viajaba a Chicago para visitar a su esposa, seis de sus ocho hijos y nietos. Desde abril pasado, Nicolás, de 78 años, regresó al país vecino para pasar tiempo con la familia.
Ayer, se encontraban reunidos para atestiguar el desfile en Highland Park cuando fueron alcanzados por las balas. Don Nicolás murió en el lugar, uno de sus hijos, Gerardo, recibió dos rozones de balas y el novio de una de las sobrinas también resultó herido, pero no de gravedad.
El gobierno del Estado de Morelos está a la espera de que las autoridades americanas autoricen la repatriación del cuerpo y la familia le dé aviso, para facilitar los arreglos para que don Nicolás sea llevado a la comunidad de Nexpa, informó el secretario de Desarrollo Social, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez.