Esta celebración que principalmente es conocida por comer tamales, también tiene su origen en las celebraciones católicas, no solo en el consumo de tamales.
Principalmente tiene sus bases en dos pasajes de la biblia, la Purificación de María, y la presentación del niño Jesús al templo.
Y es que a Ley de Moises, establecía que toda mujer debería de presentarse en el templo a los 40 días de haber dado a luz, con el objetivo de purificarse.
Simeón acudió al templo al mismo tiempo que María y José, tomó al niño y de esta manera lo llamó, “Luz para alumbras a las naciones”.
En México se acostumbra vestir las imágenes del niño Jesús, cambiarles de ropa cada año, llevarlo a la iglesia y comer tamales para representar la celebración de su presentación.