El Gran Premio de Singapur tuvo su ingreso en el calendario de la Fórmula 1 en 2008 y marcó un antes y un después en la máxima categoría del automovilismo, pues se trató de la primera carrera nocturna en la historia. También quedó en el recuerdo por el polémico “crashgate” pergeñado por Flavio Briatore y Pat Symonds, mandando a chocar adrede a Nelsinho Piquet para que beneficiar la estrategia de Fernando Alonso, quien finalmente ganaría la competencia con Renault.
Desde entonces, la fecha en esta pequeña ciudad asiática siempre estuvo presente en la agenda de la máxima categoría en el automovilismo, a excepción de 2020 y 2021 debido a la pandemia de Covid-19.
El orquestador que se encuentra detrás de la organización de la carrera es el empresario Ong Beng Seng, el promotor local, sobre quien pesa desde este jueves una orden de arresto por corrupción.
Beng Seng, de 77 años, es un acaudalado empresario nacido en Malasia, pero que vive desde los cuatro años en Singapur. Es propietario de Hotel Properties Limited, y su fortuna se evalúa en mil millones de dólares, según el índice Bloomberg. Beng Seng fue el encargado de llevar adelante la negociación con Bernie Ecclestone, antiguo mandamás de la Fórmula 1, para cerrar la incorporación del GP al calendario.
Lo que más resaltó sobre esta gestión es que el 40% del presupuesto para la concreción de cada visita del Mundial a Singapur sale de las arcas del magnate, mientras que el 60% restante lo aporta el Estado.
“Esta es una decisión muy clara de que al centrarnos en entrar en la Fórmula 1 en 2026, desde el año que viene, desafortunadamente, no habrá más apoyo financiero para el resto de equipos. Nos referimos, sobre todo, al apoyo de paquetes de piezas y a pilotos”, dijo Rolf Michl, máximo responsable de Audi Sport, quien confirmó, que además del Dakar, se cerrará la participación en DTM (campeonato de turismo alemán) y en GT.
La oficina anticorrupción singapuresa involucró a Beng Seng en un caso en el que se investiga a S. Iswaran, ministro de Transporte. El empresario, quien posee hoteles en Maldivas, Seychelles y Singapur y condominios de lujo en Londres, Mayfair y Sinapur, pagó 76.000 dólares de fianza y, según la agencia estatal que está detrás del caso, está cooperando con la investigación. Pese a eso, continuará en funciones en su empresa y como promotor del GP de Singapur.