Por Manchester City, el actual monarca de la Champions League, venció en el Puskás Arena al Sevilla, al campeón de la Europa League, en la Supercopa de Europa tras empatar a un gol en el tiempo regular, e imponerse en los penales 5-4.
Los dos mejores conjuntos del viejo continente se enfrentaron de manera increíble en Hungría. Los dos clubes salieron con un ritmo intenso y dinámico, Sevilla a los 25 minutos pegó primero gracias a un gran gol de Youssef En-Nesyri al cabecear un gran servicio desde el costado izquierdo por parte de Acuña.
El primer tiempo siguió con las espadas descubiertas para los protagonistas, pero el marcador no se movió, y el cuadro hispalense se fue con la ventaja al descanso.
Ya en el segundo tiempo, la tónica fue la misma, ambos planteles con el mismo planteamiento físico, dinámico, vertical y ofensivo. Manchester City consiguió la paridad en el marcador, cuando pasada la hora del cotejo, Rodri asistió con un centro bombeado que dejó en bandeja de plata a Cole Parmer que doblegó a Bounou que nada pudo hacer ante un buen remate de cabeza.
A pesar de que se presentaron opciones de gol importantes, la pizarra ya no se movió, dando paso a los tiros de penal. En la tanda de penales, como si fuera película de Hollywood, el mediocampista serbio, Nemanja Gudelj falló el único penal de la serie, que le dio su primer título de supercampeón continental al Manchester City.
