El regreso de la Fórmula 1, luego del descanso de verano, enfrenta un obstáculo inesperado que podría suspender el Gran Premio de Países Bajos, ya que los taxistas de la zona amenazan con bloquear las carreteras que conducen al circuito de Zandvoort en un enfrentamiento relacionado con los servicios de transporte.
El Gran Premio de Países Bajos en peligro
Desde la entrada en el calendario en la Fórmula 1 en 2021, el Gran Premio de Países Bajos ha estado envuelto en una serie de controversias, como el comportamiento de los fanáticos hasta la seguridad del inmueble.
Sin embargo, el conflicto en esta ocasión se centra en el tamaño del “paddock” en el circuito de Zandvoort.
La fuente de la disputa se encuentra en los taxistas locales, quienes, según informes del medio neerlandés Noord-Hollands Dagblad, solo otorgarán certificados de transferencia a los residentes y las empresas del municipio de Zandvoort durante el fin de semana del evento.
Por su parte, los taxistas han recibido comunicaciones escritas notificándoles que no se les permitirá trabajar durante los días del Gran Premio, ya que no tendrán acceso a la zona en ningún momento. Esta medida ha generado controversia entre los conductores, ya que se espera una afluencia de más de 100.000 personas, muchas de las cuales podrían depender de los servicios de taxi.
En años anteriores, la prohibición para los taxistas se burlaba mediante certificados de acceso especial, pero este año solo se emitirá un número limitado de “pases de taxi”. Se espera que estos pases sean exclusivos para el personal de los equipos y los organizadores del Gran Premio.
Sorprendentemente, incluso en la cercana ciudad de Haarlem, ubicada a unos diez kilómetros al este de Zandvoort, no se permitirá el acceso a los taxistas. Se estima que hasta 150 taxistas podrían quedar excluidos de acercarse al circuito durante el fin de semana del evento.
La tensa situación ha obligado a los taxistas a hacer un llamado a la resolución del problema por parte de las autoridades municipales de Zandvoort y los organizadores del Gran Premio de Países Bajos. Si no se encuentra una solución en breve, podrían tomarse medidas más extremas, como protestas o incluso el bloqueo de las carreteras que conducen al circuito, según informa Racing News 365.