Antes de una posible destitución, el presidente de la Real Federación de Fútbol, Luis Rubiales, señaló este viernes que no renunciará al cargo a pesar de la polémica generada por su beso no consentido en los labios a una de las jugadoras Campeonas del Mundial Femenino, Jennifer Hermoso en la ceremonia de premiación tras la final.
En su discurso ante la asamblea de la RFEF, Rubiales en un tono desafiante repitió en contantes ocasiones “No voy a dimitir” y dijo ser la víctima de una caza de brujas por parte de “falsas feministas”.
Varios medios españoles habían reportado que Rubiales tenía previsto dejar el cargo después de que el pasado domingo sujetó a la futbolista Jenni Hermoso por la cabeza y la besó en los labios sin su consentimiento luego de que “La Roja” se alzase con la Copa del Mundo tras derrotar 1-0 a Inglaterra en la final del torneo en Sídney, Australia.
Ante eso, Rubiales expresó que el beso con la atacante del Pachuca Femenil fue:
Más un pico, fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido. Ella –por Jenni Hermoso– me levantó del suelo, que casi nos caemos, y al dejarme en el suelo, nos abrazamos, me acercó a su cuerpo, le dije que se olvidara del penalti fallado y me respondió: ‘Eres una crack’. ‘¿Un piquito?’, le pregunté. ‘Vale’, me contestó’”.
En una emisión en vivo en las redes sociales durante la fiesta posterior a la victoria en el vestuario español, Hermoso habló acerca del beso donde dijo: “No me ha gustado, pero ¿Qué hago?”. Más tarde, el sindicato de futbolistas que la representa emitió un comunicado en su nombre en el que pidió que la conducta de Rubiales “no quede impune”.
La FIFA abrió un expediente disciplinario al mandatario de la federación de fútbol el pasado jueves 24 agosto. Su comité disciplinario estudiará si Rubiales incumplió su código con respecto a las “normas básicas de la conducta decente” y “se comportó de una forma que desprestigia al deporte del fútbol y/o a la FIFA”.
El Consejo Superior de Deportes, la máxima entidad deportiva española, se comprometió a actuar con celeridad para estudiar las diversas denuncias formales presentadas contra Rubiales para determinar si infringió la ley del deporte español o el propio código de conducta de la RFEF que sanciona los actos sexistas. De ser así, el Tribunal Administrativo del Deporte lo inhabilitaría para ejercer el cargo.
Además del beso a Hermoso, Rubiales fue visto poco antes agarrándose los genitales en un gesto ordinario de victoria desde el palco de autoridades, donde estaba cerca de la reina Letizia y de su hija, la princesa Sofía, de 16 años.
El presidente de la RFEF se disculpó por ese gesto, que dijo que ocurrió en un momento de “euforia” e iba dirigido a Vilda, que estaba en el césped.
Quiero pedir perdón por un hecho que ocurrió en el palco. Voy a explicarlo mirando a Jorge Vilda. Hemos pasado mucho, te han querido hacer a ti lo mismo que ahora me están haciendo a mí. Están tratando de crear un discurso falso y convertirlo en verdad. Me emocioné mucho cuando tras ganar el Mundial te giraste y me lo dedicaste. Ahí hice el gesto de ‘ole tus huevos’. Nunca me he comportado así. No me justifico”.