La tala ilegal, el saqueo de recursos naturales y el desarrollo de conjuntos habitacionales o comerciales en zonas naturales protegidas acabarán con los bosques y selva en el estado de Morelos, en un lapso de 20 años, advirtieron ambientalistas.
Flora Guerrero Goff lamentó el arrase de los recursos, que en Morelos ocupan el 70% de su territorio, lo que traduce en 88 mil hectáreas de bosque y selva de las cuales se pierden entre 3 mil y 4 mil hectáreas al año por estas causas, de acuerdo a los datos publicados por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
Guerrero Goff hizo alusión a la devastación que se sufre en el corredor biológico Ajusco- Chichinautzin (Ciudad de México, Estado de México y Morelos) donde a a pesar de ser área natural protegida desde más de tres décadas atrás, el arrase de bosques persiste.
“En los bosques del poblado de Santa María Ahuacatitlán en Cuernavaca, se ha permitido que a tan solo 2 km de donde inicia el área protegida hoy se construyan casas y tiendas comerciales; en la Sierra de Montenegro (Yautepec, Jiutepec, Tlaltizapán y Emiliano Zapata) cada año se pierden cientos de hectáreas, se cambia ilegalmente el uso de suelo, principalmente por incendios, pese a que hay una prohibición en la Constitución”, detalló.
La ambientalista comentó que a pesar de las constantes campañas de reforestación, sólo el 1% de los árboles sobrevive además que no hay un adecuado control de las especies que se introducen, algunas de ellas hoy consideradas depredadoras y que no son endémicas, lo que causa también una alteración al sistema.