Por “Ver el vaso lleno, tomarlo y pasarlo por tu boca, sentir cómo se activan tus papilas de inicio a fin, que el agua pase por tu garganta y dejar de tener sed; una sensación única, un placer tan grande.
“Llevo más de un mes sin poder gozar de ese vaso de agua fría, mi cuerpo se ha ido deteriorando y por la enfermedad he perdido gustos tan simples y tan básicos como el tomar un buen vaso de agua fría…”, fue parte de lo que escribió el senador suplente Juan Pablo Adame Alemán, tan sólo la semana pasada.
Sin embargo, la madrugada de este martes, el político de 38 años, padre de familia de tres niños, y de extracción panista, lamentablemente murió víctima del cáncer de garganta que padecía.
El pasado 6 de septiembre, Adame Alemán cumplió su sueño de ser senador titular por un día, cuando Miguel Ángel Mancera Espinosa pidió licencia por un día para que Juan Pablo asumiera el encargo, entonces aprovechó para presentar una iniciativa para que el Estado otorgue apoyo específico a las familias que tienen un paciente enfermo de cáncer así como mayores recursos para los enfermos.
Así fue la despedida del político del ámbito en que creció –su padre Marco Adame ocupó diversos cargos, hasta la gubernatura de Morelos-, también fue la emotiva despedida del plano terrenal.
En la funeraria Hispano Mexicana, llegaron decenas de familiares, políticos, amigos, coronas, flores y las condolencias para su viuda, sus hijos y sus padres, quienes, a la distancia, se veían tranquilos recibiendo el abrazo cálido, la palabra de aliento.
