El alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, pidió a la población quitar los floreros de las tumbas a fin de evitar que éstos se conviertan en el ambiente ideal para la reproducción del mosco transmisor del dengue, zyka y chikungunya.
“Lo ideal sería que ninguna tumba o cripta tenga estos floreros permanentes o temporales, como pueden ser los botes de aluminio o plástico, debido a que las personas no les dan mantenimientos y sólo regresan a los panteones el Día de Muertos, el día del padre, de la madre, del niño o en el cumpleaños de sus difuntos; el resto del año la tumba está abandonada”, observó.
De manera reiterada, las autoridades han solicitado a la ciudadanía no llevar flores los días referidos; en su lugar han pedido que sean artificiales, sin embargo, al ser colocadas en los floreros, en temporada de lluvias, éstos son contenedores de agua en donde se desarrolla el mosquito.
“Esto es sólo una solicitud a la población para que nos ayude a evitar que las larvas, que pueden permanecer hasta por un año, no se propaguen más”, subrayó.
Urióstegui Salgado afirmó que han incrementado las campañas de descacharrización porque, dijo, de nada sirven las termonebulizaciones en determinadas colonias o poblados donde hay brotes de dengue si hay artículos donde cae el agua de la lluvia y es justo ahí donde se reproduce el mosco, finalizó.
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