
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció que el Ejército israelí lanzará en los próximos días una ofensiva terrestre “con toda su fuerza” sobre la Franja de Gaza, con el objetivo declarado de “derrotar y destruir a Hamás”.
Esta declaración marca el inicio de una nueva fase del conflicto y descarta, según palabras del propio mandatario, cualquier posibilidad de detener la guerra de forma permanente.
“Podría haber una tregua temporal para asegurar la liberación de rehenes, pero no hay escenario en el que detengamos la guerra”, afirmó Netanyahu durante una reunión con soldados reservistas.
Esta operación, anunciada formalmente el 5 de mayo, contempla la “conquista” del enclave palestino y el desplazamiento interno de la mayoría de sus más de dos millones de habitantes.
התרגשתי לשוחח הבוקר עם עידן אלכסנדר, חייל צה”ל ששוחרר משבי חמאס.
— Benjamin Netanyahu – בנימין נתניהו (@netanyahu) May 13, 2025
אמרתי לו את מה שכולנו מרגישים – כל עם ישראל מאושר שהוא חזר הביתה.
בשיחה השתתף גם השליח האמריקני סטיב ויטקוף, שהעביר את תודתו של הנשיא טראמפ על שיתוף הפעולה, והביע הערכה עמוקה למעורבות שלנו בתהליך. אני מודה לשניהם… pic.twitter.com/CdAT0Fj9lZ
ISRAEL BUSCA QUE PALESTINOS ABANDONEN GAZA
Además del componente militar, Netanyahu reveló que su gobierno trabaja en un plan para facilitar la salida definitiva de miles de gazatíes.
“Hemos establecido una administración que les permitirá marcharse”, dijo, y añadió que Israel necesita países dispuestos a acoger a los desplazados. “Si les ofrecemos la posibilidad de irse, más del 50% lo hará, quizás muchos más”, aseguró.
Estas declaraciones han encendido alarmas sobre el posible desplazamiento forzado de población civil, una práctica que viola el derecho internacional humanitario.
Organismos como la ONU han advertido del riesgo de una limpieza étnica encubierta.
ACUSAN AL REINO UNIDO DE FACILITAR CRÍMENES EN GAZA
En paralelo a la ofensiva israelí, organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y Oxfam han presentado una demanda ante el Tribunal Superior de Londres contra el gobierno británico por permitir exportaciones militares a Israel.
Argumentan que estos insumos, incluidos componentes para los cazas F-35, podrían ser utilizados para cometer violaciones graves del derecho internacional.
Durante la audiencia, los abogados de las ONG denunciaron que el Reino Unido “sabía del riesgo claro” y aun así aprobó las exportaciones. Un portavoz oficial británico respondió que suspender dichas licencias pondría en riesgo “la seguridad estratégica de la OTAN y la paz global”.
ESCALADA DE TENSIONES Y CONDENA INTERNACIONAL
Las acciones del gobierno israelí han reavivado la crítica internacional y generado movilizaciones ciudadanas, como la protesta realizada frente al tribunal en Londres, donde manifestantes exigieron el cese del apoyo militar a Israel.
El conflicto, que ya ha dejado miles de muertos y heridos, se encuentra en un punto crítico. Las posibilidades de una solución diplomática parecen más lejanas que nunca, mientras aumentan las denuncias por crímenes de guerra y el riesgo humanitario para la población civil de Gaza.