La historia que inició el pasado 19 de mayo con la publicación del decreto 165 como parte de la Reforma judicial local, en la que, entre otras cosas, Luis Jorge Gamboa Olea quedaba fuera de la presidencia del Tribunal Superior de Justicia, y debía iniciarse inmediatamente el proceso para la secesión presidencial, formalmente llegó a su fin con la toma de protesta de Juan Emilio Elizalde Figueroa para ocupar la máxima posición de poder en el Tribunal hasta el 31 de agosto de 2027.
En la ceremonia solemne llamó la atención la ausencia de su homóloga, y principal promotora para la presidencia, Berta Leticia Rendón Montealegre, que a diferencia de las pocas ausencias que tuvo durante los 25 llamados anteriores a la reanudación de dicha sesión, no mandó justificante ni le habló a ninguno de sus cuates para que disculparan su ausencia.
Quienes sí estuvieron presentes fueron los ocho magistrados ausentes durante el proceso, con especial énfasis de la figura de Gamboa Olea, quien se mostró reacio hablar con los medios sobre el proceso, si éste será impugnado o si la decisión que debió tomar el Congreso del estado ante la incompetencia de las y los magistrados de ponerse de acuerdo para su sucesor por la vía del voto será aceptadas sin chistar.
Elizalde Figueroa se mostró pletórico, hasta jubiloso, de por fin alcanzar la presidencia que tanto le disputó a Luis Jorge.
En su discurso hizo alusión al respeto que todos aquellos que integran el Poder Judicial deben tener a la institución y se encargó de recalcar lo siguiente: “En mí tendrán a alguien de puertas abiertas -si está cerrada quizá sea por el aire acondicionado, bromeó con los medios-, pero seré puntual en lo que ha sido mi filosofía desde que hace más de 42 años llegué a la función pública, en cuestiones adversas propias del ejercicio de su función tendrán todo nuestro respaldo, pero aquellos que se presten a cuestiones que no son apegadas a derecho y que dé como consecuencia costumbres anómalas o situaciones, que ustedes entienden, de corrupción, y cosas por el estilo, indudablemente tendrán el castigo y la persecución que las leyes nos permiten, porque obviamente la idea, la pretensión es cero tolerancia a la corrupción. “
Pido a los foros, a los abogados, desde el más sencillo hasta el más secumbrado, que sean copartícipes de esta responsabilidad, también les he pedido que no hagan acusaciones solo por acusar derivadas a veces de los juicios mismos, que presenten pruebas y testimonios claros, porque tampoco se vale utilizar a los medios y a los foros para desacreditar o insultar, todos merecemos respeto”, expresó.
La “novela judicial” mantuvo en vilo a las y los morelenses debido a la férrea oposición para qué alguien ocupará la presidencia, debido a los dos bandos generados desde noviembre de 2023, cuando se designaron a 10 nuevos magistrados -la mayoría de ellos allegados al exfiscal general Uriel Carmona Gándara-, que desde entonces hasta un par de días atrás mantuvieron su desdén y descrédito hacia la forma de ejercer el “liderazgo” de Gamboa Olea.