Las indagatorias para dar con el o los responsables de la desaparición de los menores de edad Angelo y Selena Ríos de la Rosa -de 14 y 12 años de edad, respectivamente-, son prácticamente inexistentes, acusaron los padres de las víctimas.
Los adolescentes fueron vistos por última vez en la casa de sus tíos maternos el pasado 7 de enero, luego de pastorear a sus chivos. Se dirigieron al lugar para recoger algunas pertenecías, sin embargo, confrontaciones anteriores se “hicieron presentes” y los familiares discutieron con los menores, lo que derivó incluso con una llamada a la policía municipal, que sólo se limitó a tomar una fotografía de los adolescentes, sin resguardarlos, detenerlos o llamar a sus padres.
Pero los tíos maternos no son los únicos sospechosos, un vecino de la familia Ríos de la Rosa identificado como Miguel “N”, amenazó de muerte tanto al padre Carlos Ríos, como al menos Angelo debido a rencillas personales.
A pesar de las declaraciones de los padres Imelda y Carlos, a un mes de la desaparición, la Fiscalía General del Estado de Morelos no ha notificado a los progenitores si ya realizó un cateo o alguna detención.
Incluso reclamaron tanto al fiscal de Morelos Uriel Carmona Gándara de desviar la atención pública en su contra al hacer declaraciones en torno a presuntas agresiones físicas en el seno familiar.
“Quién nos acusa, quién asegura que su papá o yo golpeábamos a nuestros niños, por qué quieren desvirtuar la situación a un escape, yo sé que alguien se los llevó, mis niños están en peligro y nadie hace nada serio para dar con su paradero” expresó Imelda de la Rosa.
Hoy los padres que acudieron en solitario en busca del gobernador Blanco Bravo se encontraron instalaciones vacías debido al día de asueto, pero aseguraron que insistirán en que tanto la Comisión de Búsqueda, de Víctimas, de Derechos Humanos, de Seguridad pero especialmente la Fiscalía realice su trabajo y llame a cuentas a los sospechosos para descartar o imputar responsabilidades.
“Yo siento que mis niños están vivos pero no sé ni cómo ni dónde están, si alguien les hizo algo les pido que me lo digan para darles cristiana sepultura, sólo quiero verlos por última vez y despedirme de ellos si es que me los mataron”, dijo con la voz entrecortada y entre lágrimas la madre de los adolescentes.