El legislador por Morena, Alejandro Martínez Bermúdez, fue acusado de pedir “moches” a trabajadores de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF) a cambio de ser contratados y permanecer en la misma.
Lo anterior fue dado a conocer por Sandra Lagunas, una contadora que ostentó el cargo de directora de Auditorías Municipales e integrante de la Asociación Cívica Morelense “Gustavo Salgado Delgado” durante una manifestación realizada este día en las puertas del Congreso de Morelos.
Román Lagunas Castañeda, padre de la contadora y también integrante de la Asociación, relató que el año pasado el legislador ofreció diversos puestos a Gabriel Rivas Ríos –presidente de la organización-, y a su esposa Amelia, sin embargo éstos rechazaron el ofrecimiento por lo que entonces se consideró a su hija Sandra.
“Al diputado lo conocemos porque fue integrante de esta Asociación y trabajamos juntos en Morena”, relató Lagunas Castañeda quien comentó que para que se concretara el puesto en la Entidad, la contadora debía entregar mensualmente el 25% de su salario, que a decir de la referida eran 5 mil de los 20 mil pesos por sus emolumentos, pago que hizo por siete meses, refirió.
El pasado mes de noviembre decidió ya no entregar el “moche” con la consecuencia de ser despedida, presuntamente por petición del morenista; pese a no haber causa legal se concretó su baja y cuando le fue entregada su liquidación ésta no fue por el monto acordado.
Lo que la compañera no dijo ante los medios, expresó Rivas Ríos, fue que este diputado corrupto también le “metió mano” al dinero de su liquidación, abundó, por lo que ahora exigen la reinstalación de la contadora así como el dinero entregado.
En respuesta, el legislador aseguró a medios de comunicación, “soy una persona honorable, nunca le he pedido moche a nadie, por el contrario, ellos son quienes quieren extorsionarme”, señaló.
En tanto, a las afueras del Congreso se organizó una comitiva que pretendía reunirse con la Mesa Directiva, sin embargo el personal de seguridad recibió la orden por parte del bloque mayoritario del G15 de no permitir el acceso a los quejosos lo que derivó en una confrontación a golpes entre el personal y los integrantes de la Asociación, en su mayoría personas de la tercera edad.
Por varios minutos se vivieron momentos de tensión hasta que la pelea fue sofocada por ambas partes, sin que recibieran a las y los integrantes de la organización.