Durante el segundo día del operativo “Conduce sin Alcohol” en Cuernavaca, los automovilistas que están bajo los efectos del alcohol se quejan que la autoridad busca llevarse el carro al corralón a cómo dé lugar y no permite que otro ocupante que esté sobrio se lleve la unidad, tal como lo habían anunciado.
Así lo denunció un joven que circulaba en un automóvil conducido por una mujer que dio positivo a la prueba de alcoholemia, y el cual solicitó que le permitieran llevarse la unidad, pero en todo momento las autoridades se lo negaron.
Pese a que el acompañante estaba en sus cinco sentidos, la respuesta de la autoridad fue tajante y finalmente fueron obligados a bajar sus cosas para que el auto fuera llevado al corralón municipal y obligarlos a pagar más de dos mil pesos para recuperar la unidad.
Otros automovilistas dijeron que el programa tuviera mejores resultados si se llevara a cabo durante la madrugada y no a una hura en donde todavía la gente se encuentra en los bares y centros nocturnos.