Los bosques de agua en el estado de Morelos se redujeron de manera alarmante ante la mancha urbana, lo que generó un caos ambiental, advirtió la activista Flora Guerrero Goff.
La integrante del Comité Ejecutivo del Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial del municipio de Cuernavaca, expuso que el problema se gesta tanto en barrancas como en zonas naturales protegidas donde se construyó de manera ilegal la última década, sin que se haya remediado la situación
Se requiere del apoyo de los tres niveles de gobierno ante la destrucción y afectaciones de algunas construcciones que se autorizaron bajo el cobijo de la corrupción, al otorgarles las licencias, situación que se registró prácticamente en todos los municipios del estado, acusó.
En tanto, el secretario de Desarrollo Sustentable del municipio de Cuernavaca, Pablo Aguilar Ochoa, admitió que hubo acciones en las anteriores administraciones que causaron pérdidas irreversibles en áreas naturales pero se actuó en algunas obras como la de Tlaltenango, al norte de Cuernavaca, donde se pretendía construir un conjunto habitacional de 10 torres.
Se habían edificado ya cuatro torres, dijo, y se impidió que se avanzara, incluso se les requirió la construcción de su planta de tratamiento la cual a pesar de que algunos departamentos están ya habitados, no estaba siquiera contemplada.
Además recordó que con la Fiscalía Ambiental del municipio, se sancionará a quienes no cumplan con los estudios de impacto ecológico y con el reglamento en la materia como el caso del centro comercial de Averanda, que a un lustro de su construcción no ha cumplido a cabalidad con la donación de árboles obligatoria.
También señaló que se realizan las indagatorias correspondientes a fin de sancionar a los anteriores funcionarios que otorgaron los permisos sin el cumplimiento de la norma ambiental.