El alcalde electo de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, declaró que busca un crédito blando para la ciudad, a fin de mejorar la situación financiera de la capital morelense y mejorar la infraestructura de la misma.
El próximo edil capitalino fue abordado esta mañana en la Contraloría municipal, al término del proceso de la entrega de información de dicha institución como parte del proceso de entrega-recepción.
Explicó que la iniciativa presentada recientemente por la diputada de Morena Adriana Barrera Vázquez, sobre permitir que los ayuntamientos contraten deudas para hacer frente a sus crisis financieras, y recordó que Cuernavaca enfrenta tres grandes endeudamientos, uno que se terminará de pagar en el año 2023 y los otros dos en 2025 que en suma ascienden a 250 millones de pesos que deben pagarse en tres instituciones bancarias distintas, lo que generan gastos de administración e intereses a tasas distintas.
“La intención es fusionar en una sola cuenta la deuda, con una tasa menor de porcentaje a plazo más manejable, y con ello obtener recursos principalmente para la obra pública. Si los ayuntamientos no tienen recursos, con esta iniciativa se puede acceder una siempre y cuando ésta no supere el 6% de su presupuesto total”, dijo.
Sobre el tema de la entrega-recepción, Urióstegui Salgado recordó que mañana concluye el proceso con el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC), y el fin primordial, dijo, es tomarla de base para instrumentar las acciones primordiales, sin que tenga carácter vinculante.
Adelantó que una acción contemplada es desaparecer las subsecretarías de diversas áreas, a reserva de aquellas que sean operativas.