El graffiti proviene del término griego, graphein que significa dibujar, escribir o rayar, en los años 60 del siglo pasado se comenzó a denominar graffiti a todas aquellas figuras con un fin artístico en las paredes, hoy en día existen jóvenes que sólo realizan sombras o letras con latas de aerosol durante la clandestinidad, en algunos casos este tipo de acciones es la forma de marcar el territorio de su barrio, generando una mala imagen.
Con la intensión de rescatar las paredes y cambiar el pensar de la ciudadanía de lo que es el graffiti un grupo de siete jóvenes se dedican a rescatar los espacios bandalizados del municipio de Cuernavaca a través, tomando como base que el arte urbano es una forma de brindar más color a la ciudad.
En la calle Guillermo Gándara del centro de Cuernavaca, se encuentran trabajando siete jóvenes, que en su tiempo libre se dedican a realizar graffitis, pero no cualquier tipo de graffiti, la intensión de la pintura es dignificar un espacio, que se encuentre en mal estado, en la obra que se puede apreciar en dicha calle, se puede observar la imagen de Jorge Cázares, pintor morelense paisajista así mismo un poco de fauna, en otra extremidad de la pared se encuentra un ajolote una especie en peligro de extinción.
El joven, Enrique Ordoñez, comentó que este tipo de proyecto nació a raíz de observar el mal estado en que se encuentran las calles principalmente las paredes sucias y deterioradas ya que ninguna autoridad les presta atención, la intensión de dicha acción es darle color a la ciudad, “cualquier persona que pase por una calle en la que se observa una pared sucia, con mensajes obscenos piensa que camina por una calle insegura” explicó.
En los diferentes graffitis que se han realizado he incluso en el que se está trabajando se le ha invertido por lo menos 70 mil pesos en material, andamios, rodillos, pintura entre otro tipo de material, para este tipo de trabajos se utiliza la técnica a base de pintura vinilica y aerosol.
El objetivo de este tipo de acciones es cambiar la mala imagen con la que cuenta la capital e incluso el Estado de Morelos, este trabajo se realiza siempre y cuando los dueños de las paredes otorguen el permiso para grafitearlo.