CHAVIZA LA “ROMPIÓ” EN EL PRIMER DÍA DE VACUNACIÓN EN JIUTEPEC

CHAVIZA LA “ROMPIÓ” EN EL PRIMER DÍA DE VACUNACIÓN EN JIUTEPEC

La chaviza atiborró, o cómo se dice en el argot twitero “la rompieron”, en el Zócalo y calles aledañas a la Unidad de Medicina Familiar en Jiutepec en busca de obtener su primera dosis de la vacuna AstraZeneca contra el virus causante de la Covid-19.

La llamada “generación de cristal” se quitó el estigma de miedosos e irresponsables y cual fanaticada de algún grupo de rock se apersonó en el lugar desde las 4:00 horas de este miércoles.

La fila en la explanada empezó a zigzaguear, lo que recordaba aquellas filas eternas para subir a los juegos mecánico de algún parque de diversiones, de esos de franquicia.

Los chavos de 19 a 29 años de edad iban con los hermanos, los primos, el novio, la novia, los cuates, y unos cuantos se vieron acompañados por el papá o la mamá o hasta la tía.

Pronto el espacio fue insuficiente y la hilera humana rodeó el perímetro de la Unidad, sobre la calle Benito Juárez, abierta al tránsito, luego la Emiliano Zapata y la 5 de mayo, cerradas al tráfico vehicular, y finalmente la Insurgentes.

Ante la llegada masiva de los jóvenes, personal de vialidad les indicó que se formaran dentro de la explanada del Zócalo.

En menos de una hora, cuando ya clareaba el día, la fila tuvo que hacerse por fuera del Zócalo, rodeando la barda perimetral hasta llegar al menos cado local, ubicado a un costado del ayuntamiento.

“Hay fila para la vacuna, fila para los tamales, fila en la tienda”, se quejó una joven que iba en compañía de dos amigas y su hermana, todas entre los 20 y 23 años.

Cuando salió el personal de Bienestar para dar algunas instrucciones -como la hoja de registro con su código QR, su comprobante de domicilio de Jiutepec, de lo contrario no se admitirían para la aplicación, su credencial de elector y el llenado correcto de su hoja-, se escucharon algunas porras, gritos de alegría y hubo hasta quien aplaudió.

En punto de las 8:30 horas, cuatro horas después de la llegada de los primeros jóvenes, inició la aplicación.

No más de 20 minutos duró su estancia para recibir el biológico, desde que cruzaron la puerta de entrada por la calle Benito Juárez hasta su salida por Insurgentes, en tanto afuera el éxodo juvenil seguía en apogeo.

“Acompañé al hijo porque luego esta zona se pone difícil, no porque no confíe en él, al contrario se cuida mucho porque no quiere contagiar ni a sus papás ni a la novia”, dijo una señora entrada en años, madre del chaval.

“Esto fue muy esperado, ya los jóvenes queríamos vacunarnos y la verdad sí nos hemos confiado porque los más viejos ya se vacunaron, hemos salido demás, pero hay que ser responsables”, reviró el hijo.

“Ay, veo a esos pobres y pienso que así estaba hace una media hora, pero avanza rápido la fila, otras tres horas y ya pasamos”, le comentó una joven a su amiga, justo a la altura de la entrada al zócalo dónde se confundía el paso de los recién llegados con los que llevaban una hora formados.

El ambiente en general era de algarabía, del relajo característico de los jóvenes con su barullo, con sus risas, con su “desmadre”, con el aventado que llevó la guitarra para hacer más ameno el rato en la explanada que por momentos emulaba el patio atiborrado de la escuela a la hora del receso.

La salida de la vacunación no era más silenciosa. La “carrilla” entre los amigos, uno que otro empujón y hasta algunas risas mordaces por “la chava que estaba delante que casi lloraba cuando la inyectaron” no faltaron.

La jornada para este día contempla la aplicación de 4 mil dosis hasta las 17:00 horas de este día, para los jóvenes cuya letra inicial de su primer apellido vaya de la A-G, y rezagados que busquen su primera dosis y sean vecinos de Jiutepec.

Mañana el cuadro se repetirá pero entre aquellos cuya letra sea de la H-Ñ y el viernes cerrará la jornada para el bloque de O-Z.

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