El cohete más potente construido hasta la fecha, que pertenece a la empresa de Elon Musk y que lleva por nombre Starship de Space X, despegó durante la mañana de este jueves desde una plataforma ubicada en la Costa Sur de Texas, pero no todo resultó como se esperaba.
Este vuelo que inició a las 9:28 am, representó el primer vuelo de prueba del vehículo y SpaceX experimentó un rápido desmontaje no programado antes de la fase de separación.
La nave que cuenta con 33 motores despegó y se elevó sobre el Golfo de México, se tenía previsto que dos minutos y medio después del despegue, el cohete propulsor Super Heavy, gastara la mayor cantidad de su combustible y se separara de la nave espacial Starship, dejando que el propulsor se desechara en el océano y el vehículo usara sus propios motores, que estuvieron encendidos por más de 6 minutos.
La empresa de Elon Musk dijo que los equipos seguirán revisando los datos y trabajando para la próxima prueba de vuelo.
Aunque este vuelo de prueba terminó en una explosión, se asegura que se cumplió con varios objetivos de éxito.