“No hay evidencia alguna, video o testigos, que corroboren el presunto secuestro exprés del obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza”, declaró el secretario de Gobierno en funciones de gobernador, Samuel Sotelo Salgado, quien contradijo así lo dicho por el fiscal general Uriel Carmona Gándara.
De acuerdo a lo señalado por el funcionario, el pasado sábado el obispo en retiro fue visto por última vez en una pizzería del municipio de Emiliano Zapata, “a partir de entonces ya no se sabe nada más, salvo que ‘apareció’ en el Hospital José Parres, se dio de alta la noche del lunes de manera voluntaria y se fue a una institución hospitalaria privada, además de que los médicos pidieron un lapso de tres días para que se reponga del trance”, detalló.
Pedro Martínez Bello, presidente del Foro Morelense de Abogados, y representante legal del prelado, señaló que éste fue localizado en un hotel en el poblado de Ocotepec, al norte de Cuernavaca, bajo el influjo de alguna sustancia ilícita.
“Fue víctima de un secuestro exprés, de acuerdo a lo dicho por el propio fiscal; le robaron su camioneta, le vaciaron las tarjetas del banco, y desconocemos como fue que llegó al hotel, lo que sabemos es que el personal lo encontró drogado y llamaron a los servicios de emergencia que a su vez lo llevaron al Hospital Parres”, detalló.
El pasado lunes, el fiscal Carmona Gándara afirmó, sin tener la declaración de la víctima, que los primeros indicios apuntaban a un secuestro exprés.
Dijo además que fue hasta la mañana del lunes que se presentó la denuncia por desaparición, por lo que dicha fiscalía especializada y no la de secuestro la que realiza las indagatorias correspondientes.