En el poblado de Ocotepec, en Cuernavaca, las tradiciones por el Día de muertos no se detuvieron, a pesar de la contingencia por COVID-19, pues aunque en privado y con poca afluencia, se llevó a cabo la tradicional Cereada en las casas donde, este año, un familiar se “Adelantó” en el camino.
Se dice que a los ocho días se van, pero la celebración esta vez no es abierta sino cerrada, familiar y generalmente se le ponen tamales. Cada lugar tiene su propio estilo y aquí lo hacemos en casa y ahí esperan a sus seres queridos y se hace con la ofrenda la forma del difunto”
Cecilio Reyes.
Mencionó que así, con las restricciones se pudo llevar a cabo esta celebración y en la misma ayudantía se colocó una ofrenda en honor a Gilberto Dávila, ex comisariado ejidal de Ocotepec.
Incluso el panteón de Ocotepec abrió durante algunas horas para que los fieles fueran a visitar a sus seres queridos que se adelantaron.