Un tiburón partido a la mitad, un cráneo con 8,601 incrustaciones de diamantes y uno más de 52.4 kilates (la pieza más cara de arte de un artista vivo), un gabinete lleno de pastillas de paracetamol o enormes vitrales de mariposas de colores. Solo Damien Hirst nos lo puede regalar con su exposición “Vivir para siempre (por un momento)”.
El museo Jumex cumple 10 años y para celebrarlo nos trae las majestuosas obras de Damien Hirst, la primera vez en México traídas por un museo. 57 piezas, entre litros de formaleidol, pastillas, diamantes, insectos, esculturas y una pieza de 10 metros a la entrada del museo forman parte del festejo.
Recorrer las salas que alojan las piezas es ir de emociones en emociones, del asombro a la curiosidad. Creemos que nada necesita más técnica que conservar cuerpos inertes perfectamente bien colocados dentro de vitrinas de exhibición. El arte contemporáneo revolucionado a su décima potencia por Hirst.“
– Grissel Pizá
Si te fijas bien, estos gigantescos vitrales están formados por cientos de mariposas de colores.
Tres datos básicos para que sepas de qué va:
1.- El que predomine el azul en la expo de Hirst nos genera una sensación envolvente, que nos conecta con lo divino y celestial que evoca este color.
2.- Su autorretrato a base de placas de Rayos X es magnífico, lo mejor de todo es que fueron tomadas en México y los textos están escritos en español.
3.- Nuestra escultura favorita “Anatomía de un ángel”, es la mezcla de la exploración entre lo divino y lo científico.
Una exposición irrepetible que sorprende, provoca, inspira y emociona, curada por la grande Ann Gallagher, que te recomendamos 10/10.