Personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizaron la destrucción de 116 armas de fuego decomisadas en diversas intervenciones realizadas por la misma autoridad federal.
La destrucción se desarrolla luego del término de las indagatorias por parte de autoridades ministeriales, por lo que, al ya no tener carpetas de investigación abiertas se procede a la destrucción del armamento.
La destrucción consistió en 82 armas de fuego cortas y 34 largas las cuales fueron seccionadas para posteriormente separar cada uno de los materiales con las que están compuestas los cuales serán reciclados.
La intención de la destrucción del armamento es evitar que dichas armas vuelvan a circular en las calles y se genere más daño a la población.