Por El dictamen para otorgar pensión por orfandad a las y los hijos de diputados que mueran ostentando el cargo, confrontó a los funcionarios del recinto legislativo.
El dictamen, que se presentó desde julio pasado, estipula que las y los menores hijos en orfandad recibirán el beneficio hasta que alcancen la mayoría de edad.
Lo anterior causó inconformidad en el morenista Arturo Pérez Flores, quien desde tribuna acusó “trato preferencial para la clase política”, no sin antes lamentar el feminicidio de su compañera de curul Gabriela Marín Sánchez, el año pasado, para quien, de manera discrecional, fue realizada dicha modificación.
“Es lamentable que a un año de su asesinato, no haya una investigación seria de la Fiscalía de Morelos que lleve con los autores intelectuales y materiales de este crimen, pero por qué el Estado debe hacerse cargo de la manutención de los hijos de las y los diputados que pierden la vida si éstos solo duran en el cargo tres años, o más si son reelectos; un patrón no se responsabiliza de la manutención de los menores hijos de sus trabajadores”, expuso.
Sus argumentos fueron recibidos en medio de gélido silencio y en un claro ánimo adverso, máxime porque entre los invitados especiales -a los que les dan acceso a la zona de curules-, se encontraban presentes Helena Marín y su hija adolescente, hermana y sobrina, respectivamente, de la diputada asesinada.
Inmediatamente la panista Andrea Gordillo Vega reclamó “la indolencia y el discurso gastado que todos los días nos receta el presidente Andrés Manuel López Obrador, y si no hay este beneficio para toda la ciudadanía es porque el gobierno no lo otorga”, lo que fue aplaudido por sus compañeros diputados, con excepción de Pérez Flores quien de inmediato reviró, “si no está contemplado en un presupuesto entonces es competencia del Congreso de la Unión -a nivel federal- y de este Congreso -a nivel local-, otorgar ese beneficio porque le recuerdo, diputada, que es nuestra competencia hacerle cambios u observaciones al presupuesto que se nos presenta”, argumento que de nueva cuenta fue recibido con hostilidad por sus homólogos.
El dictamen fue aprobado con 14 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones debido a que Pérez Flores abandonó el pleno durante la votación.
