Por Hola padre, ¿cómo me veo? Bien, te ves bien – contesta el padre – casi sin levantar la mirada. Pero no me has volteado a ver bien; no quiero que me critiquen y en la calle toda la gente se me quede “watcheando”; primero no se dice así, no destruyas el lenguaje: millenial; segundo eso que dices es heliocéntrico, como la teoría de Nicolás Copérnico hace muchos, muchos años, más de quinientos años, de hecho, reunió varios estudios previos y nos enseñó que no todo gira alrededor de la Tierra, sino al revés; de modo niña que no todo gira alrededor tuyo, la gente tiene sus propias preocupaciones y sentimientos, como para andarse fijando en ti, y si te ves bien con esa blusa u otra. Pues para mi sí, todo mundo se me queda viendo, no sé si eso es ser heliocéntrica, pero me quiero ver bien. Pero entonces padre, ¿qué hizo o qué nos enseñó el Nicolás? Respeto niña, Nicolás Copérnico o el señor Nicolás, con respeto por favor. Pues mira, antes de él, se creía que el Sol y todos los cuerpos celestes que vemos en el cielo nocturno, el Sol no ve en la noche padre – dijo Sonia -, ya lo sé – acota el padre – me refiero a los planetas y las estrellas que vemos en el cielo nocturno, bueno más en las regiones rurales, menos en las grandes ciudades; igual por eso el tío se fue a vivir a Chalma – dice Sonia -, no a Chalma, a subida a Chalma, por donde nos íbamos caminando con la banda hace algunos ayeres – dice el padre – por fa’ no te desvíes del tema, porque te clavas en tus ayeres y no paras, está interesante lo del heliocentrismo. Va pues, entonces Copérnico siguió los trabajos previos de varias personas, pero principalmente de Aristaco de Samos, el fue quién formuló la teoría del heliocentrismo, en la cual se estableció que es la Tierra y los demás planetas, los que giran alrededor del Sol, el cual se podría decir, en este escenario de referencia que está estático, o sea que no se mueve pues. Que el Sol es el centro del Universo, así como tú que sientes que todo gira a tu alrededor y eres el centro de atención; pero repito: todas las personas tienen sus propias preocupaciones. Bueno, Copérnico estableció también que la Tierra tarda un día en dar una vuelta sobre su propio eje, o sea veinticuatro horas. Fue un astrónomo revolucionario, sus trabajos fueron base para futuros curiosos, como Galileo y Kepler, por mencionar dos de los más famosos; Galileo como mi primo – apunta Sonia – igual por eso le puso mi tío así, para que sea genio; y ¿cómo no? – dice el padre de Sonia -, bueno ponerle el nombre de un genio pude ser un comienzo. ¿Y Nicolás, “sorry”, el Señor Nicolás no tuvo problemas como Galileo? Pues sí – contesta el padre de Sonia – La iglesia católica puso a sus libros el la lista de los prohibidos, lo que la gente no puede leer , como dice una canción: “prohibido pensar, que todo está escrito”; y eso lo han seguido al pie de la letra en la educación básica; pero ese es otro tema. Ya llegó Sandra, ya nos vamos a la “pary”- interrumpe Sonia, el pensamiento y emotiva narrativa del padre – ¿Cómo me veo pregunta Sandra a Sonia?, te ves bien – responde – ¿bien, pero me quiero ver súper en la fiesta? No quiero que me critiquen y se me queden viendo, no seas heliocéntrica Sandra, nadie te verá mal. ¿Heliocéntrica? ¿eso qué es?; en el camino te cuento, dale vamos.
En la mente del megamente
