En la primera línea de batalla contra el Covid-19 están los médicos, enfermeras, camilleros, y todo el personal médico, que sin duda hacen un gran esfuerzo para que las vidas sean las menos que cobre el Covid-19, pero también existe otra línea de batalla, que no ha dejado de trabajar, de estar al pendiente de las cifras y de mantenerse expuestos al virus… Los medios de información.
Y es que los medios de comunicación representan hacia la población una parte esencial para saber qué ocurre afuera, en las calles, aceras, en los supermercados, en las paradas de camiones, en los mercados locales; somos esa especie de retratos con los que cada ciudadano puede saber que ocurre sin salir de casa.
¡Quédate en casa! ¡Quédate en casa! se repite todo el día en la mente de toda mexicana y mexicano, mañana tarde y noche, pero para el gremio el ¡Quédate en casa! No nos detiene a la hora de informar, debemos salir para saber de viva voz que ocurre, cuántos casos confirmados van, cuántas muertes, casi como calculadoras humanas hacemos cuentas y las convertimos en estadísticas, que aunque alarmante para sí mismo, debemos de guardar la calma y la cordura para no generar pánico, para mantener la objetividad de lo que se dice.
MUJERES REPORTERAS
Las mujeres como en gran parte de las actividades económicas, en el periodismo representamos entre un 30 y un 50 por ciento, de acuerdo a los estimados de la Red de Mujeres Periodistas del Estado de Morelos (RedMPM), mismas que durante el confinamiento las cosas se fueron complicando al doble pues había días en que decidir entre las coberturas y el cuidado de los hijos, no fue nada fácil.
Ellas van y vienen, a veces sin guardar la sana distancia, pero con cubrebocas o mascarilla al frente para no ser parte de las cifras.
Con uno que esté infectado ya valimos”
Testimonio.
Decía una colega durante la cobertura de la visita del Presidente de la República, en donde ciudadanos se arremolinaron para gritar palabras de apoyo y de enojo al mandatario, y es que a veces olvidamos que también para nosotras aplica la sana distancia, y quizás por la adrenalina que nos genera la información se nos olvida que somos humanas, que el Covid-19 también puede golpearnos duramente.
Cargar no solo con el equipo telefónico, el micrófono, la libreta, también debemos de cargar con la mascarilla y el cubrebocas, mientras en silencio seguíamos preocupadas por haber dejado a los hijo solos en casa o con algún familiar, pues las escuelas tuvieron que cerrar desde el mes de marzo.
LOS QUE SE FUERON
Entrando el mes de mayo se dio a conocer la muerte de un periodista, Miguel Ángel García Tapia se convirtió en el primero del gremio en fallecer por Covid-19, y también se convirtió en la causa para muchos en acatar las medidas de prevención, fue justo ese momento en el que las empresas decidieron enviar a casa a sus reporteros, pues aunque no se contagió durante la cobertura informativa, detonó para una gran mayoría que el nivel de estrés aumentara súbitamente.
A penas en junio falleció otro colega de la región oriente, Rosendo Álvarez, quien luchó por varios días por su salud hasta que el virus finalmente hizo lo suyo y le arrebató la vida; era conocido en la región, pero también en la zona metropolitana en donde conservaba amigos.
EL PICO MÁXIMO DE LA PANDEMIA TAMBIÉN APLICÓ PARA EL GREMIO
Hubo momentos en que pensé en tirar la toalla”
Reportera
El rostro de los comerciantes que tuvieron que cerrar sus puertas y no tener si quiera dinero para pagar a sus empleados, los boleadores de Jardín Juárez que se veían caminar por las calles buscando al menos dar un servicio para sacar para sus tortillas; la señora de los esquites de mi casa que no la dejaron vender por mucho tiempo; la señora que pedía le entregaran el cuerpo de su esposo el que murió sin poder despedirlo; todo eso lo viví y créeme que hubo días en que me senté en una banqueta a llorar, hubo tardes en que lloraba frente a la computadora mientras hacía el mentado Home Office”
REPORTERA
Tlaolli Preciado, reportera desde hace 25 años cuenta que le ha tocado cubrir de todo, accidentes mortales, inundaciones, evacuación en las cercanías del Volcán Popocatepetl, el sismo de 2017, pero nada como esto
Es cubrir algo invisible, que no sabes ni por donde vendrá, ves los efectos pero no lo mides, nos damos cuenta de la magnitud cuando vamos a los hospitales y observas la gran cantidad de enfermos; en mi caso mi familia que vive en España me alertó sobre como vendrían las cosas para México y comencé a tomar medidas antes”.
Tlaolli Preciado (Reportera)
Las jornadas de trabajo se han prolongado
La diferencia es que es continua, antes el horario permitía hacer otras cosas como atender a los hijos, acudir por ellos a la escuela y regresar al trabajo, ahora es estar pendiente de la información prácticamente todo el día, a veces desde casa otras en la calle; no es queja, me gusta hacer lo que hago, me apasiona en verdad”.
Tlaolli Preciado (Reportera)
Recientemente se enteró que una compañera de trabajo con la cual tuvo contacto dio positivo a la prueba de Covid-19 por lo que optó por mantenerse a resguardo durante 14 días para evitar ser un foco de infección hacia el resto del gremio, y sobre todo hacia su familia.