Andrés, un joven discapacitado de 30 años de edad, ha padecido toda una vida de abusos sexuales por parte de su padre Mario Jaramillo, sin embargo, a pesar de las denuncias, la Fiscalía General del Estado de Morelos (FGEM) se niega a judicializar el caso y por ende que la víctima tenga acceso a la justicia.
Así lo denunció su madre María Félix “N”, quien relató que Andrés padece hipoxia perinatal, por lo que su comportamiento es similar al de un niño de 3 años. Cuando tenía 7, observó en su hijo una conducta anormal, quien en su limitado lenguaje pudo hacerle ver las vejaciones de las que era objeto por parte de su padre.
Sin embargo, prosiguió, éste se valió de sus relaciones por trabajar en el ayuntamiento de Cuernavaca y lo alejó de la casa materna. Por años vivió con su presunto agresor, “lamentablemente en mi ignorancia nunca supe cómo defender a mi hijo y pasaron los años, cuando él tenía 17 me contó de más abusos y finalmente logramos sacarlo de esa casa”, dijo.
Apenas un par de años atrás, María Félix recibió la orientación jurídica necesaria, sin embargo la burocracia e indolencia de las autoridades han retrasado aún más el caso.
“Fuimos a la Procuraduría la Defensa del Menor pero me dijeron que ahí no era ya la instancia adecuada para llevar el caso y nos remitieron a la Fiscalía, donde me aseguraron qué le harían pruebas a mi hijo, físicas y psicológicas, para determinar los estragos que le dejaron estos años de abusos, pero nunca me llamaron ni me informaron sobre el avance de mi caso. Desde abril del año pasado la denuncia está detenida y ni siquiera se ha judicializado el caso”, acusó la madre de la víctima.