Por En Morelos, sólo la tercera parte de las muertes violentas de mujeres se investigan como feminicidio. Desde el decreto de la Alerta de Violencia de Género (AVG) en la entidad, el 10 de agosto de 2015 a la fecha, se han registrado 518 muertes violentas de mujeres pero sólo 190 se investigan como feminicidio acorde a lo expuesto por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En su página oficial, en el apartado de Incidencia del fuero común, el Secretariado revela que de agosto a diciembre de 2015, la Fiscalía General del Estado de Morelos (FGEM) abrió 10 carpetas de investigación por el delito de feminicidio que contrasta con los 21 casos de mujeres privadas de la vida de manera violenta contabilizadas en el mismo periodo de tiempo por las fichas de levantamiento y boletines de prensa de la FGEM e incluso notas periodísticas.
Las cifras son discordantes desde entonces. En 2016, sólo en 30 de las 90 muertes violentas de mujeres se continuó la investigación como feminicidio; en 2017 fueron 27 de 79; 2018, 28 de 83; 2019, 39 de 110; el año pasado fueron 35 de 84 y este año la tendencia sigue al investigarse sólo 21 de los 51 feminicidios como tal.
Acorde a la ley, “La muerte violenta de las mujeres por razones de género, tipificada en el sistema penal como feminicidio, es la forma más extrema de violencia contra la mujer”, y hay siete criterios contenidos en el artículo 325 del Código Penal Federal para identificarlo, con tan solo cumplirse uno de los mismos.
- 1.- Que la víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo.
- 2.- Que a la víctima le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia.
- 3.- Que existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo (victimario) en contra de la víctima.
- 4.- Que haya existido entre el sujeto activo y la víctima una relación sentimental, afectiva o de confianza.5.- Que existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictivo, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima.
- 6.- Que la víctima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida.
- 7.- Que el cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.
- En este último criterio se puede ubicar el menos el 70% de casos registrados en Morelos, pese a ello, las estadísticas oficiales federales van en sentido contrario.
- Los datos del Secretario se alimentan directamente de las Fiscalías y Procuradurías estatales. En Morelos, sin importar el año, la temporalidad, el evidente incremento de feminicidios especialmente en 2019, la responsable de la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución del Delito de Feminicidio, Fabiola García Betanzos, al ser cuestionada sobre el número de casos declara que éstos ascienden a 13 ó 15, pese a que, también en reiteradas ocasiones ha admitido que las indagatorias tienen un retraso de al menos dos años, por lo que se desconocen los criterios para reclasificar el delito de feminicidio a homicidio calificado o simple, lo que representa una reducción de la pena de hasta 30 años, debido a que en Morelos el feminicidio alcanza una condena de hasta 70 años.
- Con ello contradice el criterio de la Suprema Corte de justicia de la Nación que en diciembre de 2019 estableció que “toda muerte violenta de una mujer debe investigarse bajo los protocolos de feminicidio”.
- La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) advirtió desde cuatro años atrás que los homicidios que se cometen en contra de las mujeres no son investigados tomando en consideración que podría tratarse de feminicidios, situación que impera en la actualidad.
AVG debe ser decretada en toda la entidad
La Alerta de Violencia de Género debe decretarse en toda la entidad a fin de que los 35 municipios tengan acceso a partidas federales para su combate y erradicación, homologar criterios, protocolos y acciones que impacten de manera uniforme y no que sean acciones individualizadas sin fuerza.
Lo anterior fue declarado en días recientes por la responsable en el estado de la Policía de Género Anabel Banda Ruiz, que se unió a un centenar de voces de agrupaciones feministas, activistas y defensoras de derechos humanos que observaron que desde la federación se implementó de manera errónea la medida emergente, ya que ésta está considerada para decretarse en toda la entidad con una alta incidencia de violencia en contra de la mujer, como feminicidio, desapariciones, violaciones, entre otros, con especial énfasis en municipios que tengan la mayor incidencia y no reducirla a unas cuantas localidades como se ha hecho desde 2015.
En Morelos, la AVG fue decretada por violencia feminicida en Cuernavaca, Cuautla, Emiliano Zapata, Puente de Ixtla, Temixco, Yautepec, Jiutepec y Xochitepec. A lo largo de estos seis años, estas localidades mantienen la mayor incidencia feminicida en el estado, pero hay al menos otros cuatro municipios que incluso han superado en casos a aquellos con la medida emergente.
En los datos estadísticos, Cuernavaca mantiene el primer lugar de incidencia con 104 casos, lo que se entiende al ser la localidad con mayor índice poblacional. Le siguen Temixco con 47, Jiutepec con 45, Yautepec con 38, Cuautla con 35, Emiliano Zapata con 22, Tlaltizapán con 20, Huitzilac y Puente de Ixtla con 17, Ayala y Jojutla con 16 y Xochitepec con 15. El resto de los municipios registran menos de 15 casos y en algunos incluso ninguna muerte violenta de mujeres.
Pero lo que el secretariado ejecutivo y sus estadísticas no reflejan es la edad de las víctimas que en estos 6 años o si la de los dos meses de edad hasta los 94 años cuyos crímenes ha sido perpetua dos en el plazo de la bebé orillas estatales bajo las órdenes del entonces comisionado esos alberto capella ibarra nietos sobrinos de abuelas que para robarle dinero o pertenencia se convirtieron en feminicidas.
Las formas más comunes de privar de la vida a las mujeres en Morelos es a causa de impactos de bala, por golpes, estrangulamiento o al ser desmembradas.
