Por Isabel Vargas Lizano mejor conocida como “Chavela Vargas” nació un 17 de abril de 1919 en San Joaquín de Flores, Costa Rica. Fue una cantante considerada como figura principal y peculiar de la música ranchera. Chavela fue mexicana porque así lo quiso y también artista contra todo pronóstico.
“La chamana” viajó en su adolescencia de Costa Rica a la ciudad de México para escapar de una frustrante infancia. Su primera oportunidad llegó cuando conoció a la amante de un temido coronel, quien la recomendó a la oficina de la Lotería Nacional, donde le dieron un programa de radio, el medio de comunicación con mayor proyección nacional en la década de los cuarenta. La voz de Chavela se hizo conocida y poco a poco las primeras presentaciones en pequeños bares de la bohemia mexicana comenzaron.
Le insistieron muchas veces que no viviría del canto, que se diera por vencida, aún así se repetía, sin importar que la llamaran marimacha por usar pantalones en un mundo lleno de machos . Y así surgió su estilo inconfundible y desgarrador que la llevó al éxito y a la fama pues nadie cantaba las rancheras como ella.
Su alcoholismo la borró del panorama artístico durante los años ochenta y no fue hasta que no dejó de beber que logró recobrar su carrera y su vida. Su sexualidad fue un tabú y no fue hasta sus 80 años que reconoció abiertamente su lesbianismo, Chavela no era religiosa ni de simpatizante política.
