Cientos de pequeños terremotos se han registrados en Islandia en las últimas dos semanas, pero la intensidad y cantidad de movimientos sísmicos se han intensificado; en menos de 12 horas, la Oficina Meteorológica de Islandia informó de alrededor de mil nuevos terremotos cerca de la ciudad de Grindavík, en el suroeste de la isla, y aunque los temblores no superaron una magnitud de 3, el peligro de una erupción volcánica en los próximos días es cada vez mayor.
Por lo anterior, autoridades de defensa civil declararon el estado de emergencia y comenzaron a evacuar a más de 3,400 habitantes de Grindavik, un pueblo pesquero en el suroeste de Islandia.
Los científicos han estado monitoreando una acumulación de magma a unos 5 kilómetros bajo tierra, lo que ha aumentado la preocupación por una posible erupción.
Según el profesor de geología Pall Einarrson, la actividad sísmica comenzó en un área al norte de Grindavik, donde se encuentran cráteres con una antigüedad de 2 mil años. El corredor de magma se extiende a lo largo de unos 10 kilómetros, lo que plantea desafíos significativos para las autoridades y científicos en la región.
Las erupciones volcánicas representan un grave peligro para la aviación, ya que pueden arrojar cenizas altamente abrasivas a la atmósfera, lo que podría dañar los motores a reacción, afectar los sistemas de control de vuelo y reducir la visibilidad. Como recordatorio, la erupción volcánica en Islandia en 2010 causó una interrupción masiva de los viajes aéreos entre Europa y América del Norte, con un costo estimado de 3 mil millones de dólares y más de 100 mil vuelos cancelados.