LA ÚLTIMA CAMINATA DEL ESCULTOR

LA ÚLTIMA CAMINATA DEL ESCULTOR

“La última caminata de tu casa al centro, casi a diario, respondiendo los saludos de amigos, conocidos e incluso de quienes no te querían. ¡Qué bien los distinguías! Hoy no te esperaré en ‘El Motivo’ para que pidas tu licuado, sé que no vendrás. Pasarás en esa caja que guarda los sueños, lo que sientes que te faltó hacer. No te preocupes, la mami te espera para que descanses a su lado”.

María Gabriela Dumay Vanni, crítica de arte

Inicio esta entrega con las palabras de una querida amiga que conoció muy bien al maestro Víctor Manuel Contreras, ese multifacético artista avecindado en la ciudad de Cuernavaca desde cinco décadas atrás, quien trascendió este jueves del plano terrenal.

La muerte de Víctor Manuel Contreras, a sus 82 años, enlutó a la ciudad de Cuernavaca. Las autoridades capitalinas le rindieron un sentido homenaje de cuerpo presente en la explanada del Museo de la Ciudad, que da justo frente a la puerta de su casa, para despedir al amigo, al poeta, al pintor, al escultor, pero sobre todo, a uno de los máximos personajes que ha visto esta ciudad.

“Víctor Manuel no era sencillo, hay que decirlo, era selectivo y sólo dejaba acercarse a su vida a aquellos que él quería que se acercaran”, expresó conmovido el alcalde de la ciudad, José Luis Urióstegui Salgado, durante el homenaje al cual se volcó la comunidad artística-cultural de Cuernavaca.

La gran mayoría de los presentes secaron sus lágrimas durante el acto, para dar paso a una sonrisa evocadora por alguna anécdota, algún momento protagonizado por el maestro.

“Hoy Víctor se va y lo despiden esas alas de su figura emblemática, ‘La Paloma de la Paz’, distintivo de la ciudad de la eterna primavera que lo mismo da la bienvenida que despide a propios y ajenos al norte de la ciudad”, se escuchó durante el discurso.

También se hizo alusión a aquel monumento a la madre, cerca del Chapitel del Calvario, el cual realizó varios años atrás, en homenaje al gran amor que siempre sintió y profesó por María Trinidad Contreras Sánchez, su madre, de quien heredó la vena artística no solo para la escultura y el grabado, también para escribir y recitar poesía, y esa voz de tenor que deleitó a cientos en las innumerables tertulias realizadas por sus amigos.

El maestro, oriundo de Atoyac, Jalisco, fue despedido de la vida terrenal, “pero Víctor seguirá activo como artista porque sembró semillas en mucha gente, sembró el deseo de trascender, de forjar, de darle vida material a las ideas”, expresó el alcalde.

Quienes tuvimos oportunidad de conocer su casa, esa que está junto al Jardín Borda, pudimos admirar el gusto exquisito del artista, y que en breve abrirá sus puertas como un museo para el deleite de todos.

Víctor Manuel dejó su huella en 74 ciudades del mundo -que incluyen Nueva York, Bruselas, Denver San Antonio, París, Guadalajara, León, Chilpancingo, Acapulco y por supuesto Cuernavaca.

Como parte de la serie de homenajes, la Lotería Nacional anunció también la emisión de un billete conmemorativo del maestro, así que, bien hecho Víctor Manuel, tú que hiciste gala de un exquisito sentido del humor negro, del buen vivir, del buen comer, del buen viajar, cuya máxima preocupación fue la de trascender a través de tus hijos (tus obras) hoy te vas de lo material pero tu paso por este mundo fue, es y será atestiguado por cientos, por miles, a través de tu arte.

Buen viaje maestro.

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