Las jornadas laborales de los cortadores de caña que inician en la madrugada y concluyen hasta la tarde a puesta del sol, trabajan a temperaturas extenuantes para ganar cuando mucho 200 pesos.
José Rafael González recordó que muchos de estos trabajadores llegan de los lugares marginados de Guerrero buscando una oportunidad de empleo, otros son de la región sur y trabajan zafra tras zafra estos campos de caña.
Las jornadas laborales pueden iniciar en la madrugada con temperaturas de 13°c y en el transcurso del día pueden alcanzar hasta los 30°c siendo los meses de marzo y abril de los más pesados.
En promedio, un jornalero gana 5 pesos por “montón de caña” por lo cual deben extender sus jornadas laborales por varias horas, para ganar un sueldo digno.
Cada día de trabajo solo los acompaña una botella de agua, machete, gorra o sombrero para cubrirse del sol, algunos de ellos posterior a terminar el corte regresan a los albergues cañeros ubicados en Tlaltizapán y Zacatepec, en donde viven en pequeñas galeras y se bañan en las aguas del llamado “Río Dulce”, algunos trabajadores ya no regresan a sus lugares de origen principalmente originarios de pueblos de Guerrero.