Lucero alcanzó ya el “tercer piso” de vida, es madre de tres niños, la mayor de ella de 13 años enferma de epilepsia. La necesidad la llevó a alquilarse como panteonera este año en el tradicional camposanto de La Leona, el más antiguo de la ciudad de la eterna primavera.
La mujer, cuyo aspecto le hace aparentar menos edad, se hace acompañar por Monserrat, una pequeña de tan solo 8 años que ayuda a su mamá a cargar agua en cubetas pequeñas para ambas ganarse el sustento del día, que por faena va de los 20 a los 50 pesos.
Lucero lleva un azadón sobre su hombro y ofrece su ayuda para limpiar las cerca de 12 mil tumbas, que, salvo el Día de Muertos, el Día del Padre, el día de la madre o cumpleaños, prácticamente están abandonadas todo el año, mientras Monse lleva dos pequeñas cubetas en sus manitas.
Ambas abordan al cúmulo de visitantes que este 2 de noviembre atiborran el legendario panteón enclavado a u as cuantas cuadras del centro de Cuernavaca.
Qué no he visto, expresa Lucero mientras muestra sus manos con ámpulas por la falta de guantes y desacostumbradas a la pesada labor.
“Ayer vino poca gente y me tocó ayudarle a una señora en una de las tumbas que están hasta allá, hasta el fondo”, señala, “y la señora se molestó porque había mucha basura sobre la tumba de su papá y yo digo, porque la gente no respeta si ya limpiaron sus tumbas porque vienen a aventarla aquí.
Mientras plática, Lucero enfila su azadón hacia el borde de la tumba que tiene algunos hierbajos, lo bueno es que llovió y la tierra no está tan dura comenta mientras Monse corre a una pileta cercana con sus dos cubetas repletas de agua.
Así se va el día en qué en México se celebra la mayor fiesta a los difuntos en todo el orbe, entre darle a la tierra arrancar hierbas acarrear agua ayudar acomodar los botes para las flores recibir los pocos o muchos pesos que cada cliente decide darle a Lucero y a Monse acabada su labor, porque solo por hoy tuvo trabajo mañana saldrá a la calle a buscar algún empleo que le ayude a solventar los gastos de ella y sus tres hijos.