El fiscal general Uriel Carmona Gándara negó categóricamente que vaya a renunciar o incluso que vaya a someter a investigación a su personal forense y de periciales, a pesar del escándalo derivado de las inconsistencias de las necropsias en el caso de Ariadna Fernanda, tanto de la Fiscalía de Morelos como de la Ciudad de México.
En rueda de prensa el funcionario afirmó que es víctima de una campaña de desprestigio de sus adversarios políticos, encabezada por el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Las víctimas no tienen la culpa de un pleito político, señaló al tiempo de deslindarse de cualquier nexo con el presunto responsable de privar de la vida a la joven de 27 años, cuyo cuerpo fue localizado el pasado 31 de octubre en La Pera- Cuautla.
También exigió a la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, presente las pruebas de lo dicho ayer durante su rueda de prensa donde afirmó que conocía a Rautiel “N”, el presunto feminicida, así como sus presuntos nexos con el empresario.