Desde el 27 de octubre y hasta el 2 de noviembre, en México celebramos el Día de Muertos, una de las festividades más importantes de nuestro país, pero ¿sabías que esta tradición tiene su origen hace más de 500 años, en la unión de tradiciones de la cultura prehispánica con la católica? Aquí te contamos.
Esta celebración se centra en el retorno transitorio a la Tierra de los familiares y seres queridos fallecidos, quienes cruzan el Mictlán, el lugar donde van los muertos, para regresar al mundo de los vivos.
En 2003, la UNESCO declaró, esta celebración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
¿QUÉ ES EL MICTLÁN?
De acuerdo con la mitología mexicana, es un reino sombrío y enigmático, gobernado por Mictlantecuhtli, el dios de la muerte, y su esposa Mictecacíhuatl. Se dice que este lugar se encuentra bajo la tierra y es el destino final de todos los seres vivos.
El Mictlán está dividido en nueve niveles, cada uno de los cuales representa diferentes desafíos y pruebas que las almas deben superar para alcanzar la paz eterna. Los antiguos mexicanos creían que el alma del difunto debía cruzar ríos peligrosos, atravesar montañas y enfrentar criaturas temibles para llegar al Mictlán.
ORIGEN DE LA CELEBRACIÓN
Para los antiguos mexicanos, durante el Día de los Muertos las ánimas regresaban con los para convivir con los familiares y compartir los alimentos que se les ofrece en los altares u ofrendas.
En la época prehispánica el culto a la muerte era uno de los elementos básicos de la cultura: los cuerpos se envolvían en un petate y sus familiares organizaban una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán.