El presidente de la alianza del transporte del estado de Morelos Enrique Ramos Cepeda declaró que el 50% de incremento que pretenden a la tarifa mínima no se utilizará para arreglar las unidades chatarras ni para capacitar a sus conductores.
Al ser cuestionado sobre lo anterior, el líder del gremio respondió a los medios,
“¿qué pretenden? ¿Qué las unidades estén flamantes y que no caminen? Los usuarios se quejan mucho de las malas condiciones de las unidades, que los asientos están rotos, que están sucias, que los conductores manejan mal, que ocasionan choques, pero a nosotros no nos alcanza, me da mucha pena pensar de dónde va a sacar el ciudadano común el 50 por ciento más que pretendemos, pero esa no es nuestra responsabilidad”, respondió.
Ramos Cepeda festejó la intervención de la universidad autónoma del Estado de Morelos responsable de realizar un diagnóstico sobre los gastos de los concesionarios por cada unidad, sin embargo, no refirió dato alguno sobre el impacto a la economía de cada familia por el incremento.
“Nosotros no podemos negociar con centavos por eso nos vamos a la negociación con el porcentaje más alto, para que, lo que nos autorice el gobierno del estado, porque ya nos adelantó que es muy factible que lo apruebe, sea un porcentaje que a nosotros (los concesionarios) nos convenga”, enfatizó.
Por más de una década, los concesionarios han incrementado las tarifas del transporte sin respetar los acuerdos firmados con las autoridades de Movilidad, como sacar de circulación las unidades en mal estado, las que contaminan, hacer exámenes antidoping a sus conductores y que éstos no tengan antecedentes delictivos, así como la instalación de videocámaras de vigilancia conectadas al C5 para que en caso de robos, percances o cualquier situación de peligro, haya una comunicación inmediata, ¿Quién va a pagar eso? ha sido la respuesta de los empresarios, quienes además del incremento exigen al gobierno del Estado un subsidio para que “el negocio siga siendo negocio” para ellos.