Por Se han cumplido 48 horas de que el fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gandara, se le modificara la medida cautelar de la prisión preventiva, por la cual fue dejado en libertad del penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, y hasta el momento se desconoce su ubicación.
Y es que, presuntamente, por el temor a ser rehaprendido por un nuevo delito que alguna autoridad, ya sea estatal o federal le impute, se ha reservado a divulgar el domicilio de depósito que dejó ante el juzgado de distrito y en el cual debe de estar habitando.
Aunque se presumía que sería en su vivienda del poblado de Amatitlán, desde el viernes no arribó a ese domicilio, por lo que únicamente el juez que concedió el cambio de la medida cautelar conoce la ubicación del fiscal.
Además, la defensa del fiscal también se ha negado a responder las medidas cautelares que dictó el juez por lo que no sabe si entre las restricciones se encuentra que no debe acercarse a la fiscalía o a alguna víctima para evitar que se pueda manipular u obstaculizar alguna investigación.
Por el delito de tortura, el cual es la imputación más grave del fiscal, tendrá su próxima audiencia hasta el mes de diciembre, y debido a que el fiscal ya se encontraría en libertad, se realizaría de manera presencial en la ciudad judicial de Atlacholoaya.
