La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó la posibilidad de que el gobierno de Donald Trump imponga aranceles de hasta el 25% a los productos mexicanos a partir del 1 de febrero.
Aunque la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reiteró la amenaza, Sheinbaum se mostró optimista y aseguró que su administración ya tiene un plan en caso de que la medida se concrete.
Durante su conferencia matutina, la mandataria mexicana afirmó: “No creemos que vaya a ocurrir la verdad, y si ocurre también lo informaremos”.
Además, destacó que existe un diálogo continuo con Estados Unidos a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores para evitar la implementación de estos impuestos comerciales.
MÉXICO SE PREPARA ANTE POSIBLES ARANCELES
La mandataria federal reveló que su gobierno ya trabaja en estrategias junto con el canciller Juan Ramón de la Fuente para abordar la situación.
“En caso de que ocurra ya tenemos nuestro plan, ya lo informaremos”, mencionó.
Por su parte, Leavitt insistió en que el gobierno de Trump mantiene la fecha del 1 de febrero para la posible imposición de aranceles, a menos que México refuerce su cooperación en temas como la repatriación de migrantes y el control del fentanilo.
🟡 A pesar de la amenaza arancelaria, Sheinbaum enfatizó que su administración mantiene un buen nivel de diálogo con el gobierno estadounidense y continuará trabajando para evitar un impacto negativo en el comercio bilateral.

Frente a la incertidumbre por la posible aplicación de aranceles a México, calificadoras como Moody’s prevén que se pueden intensificar las tensiones comerciales e impactar negativamente en sectores clave como el automotriz, la manufactura, la tecnología y el comercio.
Según Moody’s, gran parte de la economía mexicana depende del comercio con Estados Unidos, ya que alrededor del 80% de las exportaciones nacionales tienen como destino el país vecino del norte, lo que representa aproximadamente el 30% del Producto Interno Bruto (PIB) de México.
A pesar de la amenaza arancelaria, Sheinbaum enfatizó que su administración mantiene un buen nivel de diálogo con el gobierno estadounidense y continuará trabajando para evitar un impacto negativo en el comercio bilateral.