
Las redadas migratorias del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) han provocado una ola de manifestaciones, como consecuencia, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró un toque de queda.
Según la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA), solo en California han sido arrestadas unas 300 personas, la mayoría trabajadores inmigrantes en Los Ángeles.
A la par, en Omaha, Nebraska, entre 75 y 80 migrantes fueron detenidos en una planta procesadora de carne, lo que generó protestas inmediatas por parte de la comunidad local.
Angélica Salas, directora de CHIRLA, calificó la magnitud de estas redadas como algo “nunca antes visto” en sus más de 30 años de trabajo en defensa de los inmigrantes.
En varios puntos del país, como San Francisco, Seattle, Austin, Chicago, Nueva York y Washington D.C., miles de personas salieron a las calles para expresar su rechazo al accionar de ICE y al trato que reciben los migrantes.
TOQUE DE QUEDA EN EL CENTRO DE LOS ÁNGELES
Ante los disturbios y saqueos registrados en los últimos días, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró un toque de queda en una zona céntrica de la ciudad desde las 8:00 p. m. hasta las 6:00 a. m., el cual podría extenderse durante varios días.
El área afectada comprende aproximadamente 1 milla cuadrada y afecta a menos de 100 mil residentes.
No obstante, las autoridades dejaron claro que residentes, periodistas, personal de seguridad y personas sin hogar estarán exentos de esta medida.
We are a city of immigrants — and as Mayor, it is my job to protect all Angelenos. pic.twitter.com/2N8jqbwh1N
— Mayor Karen Bass (@MayorOfLA) June 11, 2025
El martes, la policía reportó 197 arrestos por desobedecer el toque de queda y disturbios en las protestas.
Durante las últimas jornadas, se ha registrado el saqueo de al menos 23 negocios en el centro de la ciudad.
EL GOBIERNO DE TRUMP Y LA MILITARIZACIÓN DEL CONFLICTO

El gobernador de California, Gavin Newsom, culpó directamente al presidente Donald Trump de “inflamar” la situación al enviar miles de militares al estado, lo que —según él— ha intensificado las protestas.
Por su parte, desde la Casa Blanca, la fiscal general Pam Bondi declaró que la administración “no teme ir más allá” y no descarta invocar la Ley de Insurrección, que permitiría el uso de fuerzas armadas para contener los disturbios civiles.
Trump ha catalogado a los manifestantes como “insurgentes”, incrementando la tensión política y social. Mientras tanto, activistas han convocado nuevas movilizaciones para el sábado bajo el lema “No Kings”, coincidiendo con un desfile militar promovido por el propio presidente en Washington D.C.
La situación refleja una escalada sin precedentes en la política migratoria estadounidense, en medio de un ambiente de creciente polarización. Las redadas masivas, los despliegues militares y la retórica oficial han encendido una chispa de resistencia ciudadana que sigue extendiéndose en múltiples estados.