Durante la cuaresma del 2020 las ventas de pescado y mariscos quedaron canceladas, así que las pérdidas económicas en el mercado de la selva fueron totales.
Pero para este 2021, el panorama cambió, aunque no fue lo mejor, pues comparado con otros años, cuando se surtían de pescado cada día para abastecer a los clientes, esta ocasión solo se surtieron del producto una vez cada cuatro días.
Adán Anaya Cortes, uno de los comerciantes de este lugar indicó que las ventas cayeron hasta en un 70 por ciento, por lo que consideró que la economía sigue aún baja a pesar del cambio en el semáforo.