“YO NO SOY UN SENO, MI VIDA CON ÉL O SIN ÉL ES MUY VALIOSA”

“YO NO SOY UN SENO, MI VIDA CON ÉL O SIN ÉL ES MUY VALIOSA”

Yo no soy un seno o dos, yo soy lo que pienso, lo que siento, mi experiencia de vida”

Rosa María Acevedo. Paciente con cáncer de mama desde el 2017

Rosy, como la llaman de cariño, se detectó una bolita en uno de sus senos. Desde la adolescencia aprendió que la autoexploración puede marcar la diferencia entre perder un seno, los dos o la vida, así que aquella mañana de julio, al sentir bajo la yema de sus dedos aquel bulto intruso supo de inmediato que no era normal. Tenía entonces 42 años y un niño de siete años.

Acudió al hospital donde luego de varios estudios recibió el diagnostico, cáncer de mama en etapa dos. A Rosy le quitaron el seno, o una mastectomía como médicamente se le nombra, luego recibió radioterapia. Gracias a la detección temprana, el tratamiento no fue tan agresivo ni las consecuencias fatales.

En Morelos, el cáncer de mama es la primera causa de muerte entre mujeres de 40 a 69 años de edad. Karina Jazmín Ortega Armenta, responsable del programa de Cáncer de la mujer de los Servicios de Salud en el estado de Morelos, explicó que las detecciones oportunas de esta enfermedad silenciosa a raíz de las exploraciones marcan la diferencia entre un tratamiento preventivo o paliativo.


Sin embargo, la pandemia causada por el virus de la Covid-19 frenó diversos programas de detección.

Esta pandemia nos enseñó que debemos encontrar las formas para acercar los programas a la gente”

Por lo que recordó que en municipios como Cuernavaca, Cuautla, Jiutepec y Jojutla, los de mayor índice poblacional, se realizan las mastografías gratuitas para combatir la enfermedad.

Gracias a estas labores, en 2019 se detectaron 91 casos positivos, pero la pandemia que inició en 2020 bajó esta incidencia a 61 casos. Este año el número va en 56. Ortega Armenta observó que si bien esta enfermedad ataca más a mujeres que a hombres, no es exclusiva del género ni de la edad madura.

Sí hay un incremento de casos detectados en pacientes menores de 40 años derivado de las campañas que hemos hecho que han sido atendidas por varias jóvenes; entre ellas se han dado algunos casos positivos, pero reitero, ha sido gracias a las campañas de detección de lo contrario, si dejan pasar el tiempo, el cáncer avanza y el daño generalmente es irreversible”

Diversas causas frenan a una mujer para acudir a un médico que debe tocar sus senos, la pena, el miedo, el que su pareja no le dé permiso, el desconocimiento de la enfermedad o sus consecuencias, abundó la especialista.


El cáncer de mama no se puede prevenir. Las causas son atribuibles a cuestiones genéticas, estilos de vida poco saludables como no hacer ejercicio, ingesta indiscriminada de carbohidratos, grasas, fumar, envejecer y en menor medida ambientales.

Magda Martínez, mujer de 54 años, madre de dos hijas y férrea amante de los animales, sufrió las consecuencias de la indolencia de un servicio médico público.

En 2012, al igual que Rosy, se detectó una bolita en uno de sus senos pero los médicos que la atendieron le aseguraron que todo estaba bien sin siquiera hacerle una palpación superficial. Pasaron tres años, cuando la masa prácticamente duplicó su tamaño, que obligó a un galeno a palparla. Sólo entonces fue enviada a una serie de estudios que confirmaron sus sospechas. Cáncer en etapa cuatro.


Contra todo pronóstico, Magda no tuvo dolores ni mayores padecimientos a pesar de lo avanzado de la enfermedad. Se rehusó a ser atendida en el IMSS “por obvias razones. Me contacté con personal de Fundación de Cáncer de Mama (Fucam) y ahí fue donde me atendieron”, compartió.


A Magda le practicaron una mastectomía que reveló que el cáncer estaba encapsulado. Recibió cuatro sesiones de quimioterapia a fin de eliminar cualquier célula cancerosa diseminada y a finales de 2016 se sometió a una reconstrucción de seno.

En este punto, diversas mujeres compartieron sobre sus experiencias de ser “mutiladas”. Hay una creencia generalizada de que dejas de ser atractiva para tu pareja o para los demás, pero no es así, expusieron.

Yo estoy “indispuesta” de un seno pero no de los demás, advirtió Magda a su esposo, quien nunca mostró un distanciamiento por su aspecto físico tras ser intervenida.

Para la responsable del programa de Cáncer en el estado, el acompañamiento psicológico es tanto o más importante que el tratamiento quirúrgico, de quimio o radioterapia, aseguró.

Gracias a éste, las mujeres no claudican, porque es desgastante emocionalmente, el propio tratamiento causa fatiga o depresión además del choque emocional inicial porque se piensa que es una sentencia de muerte y no es así”

Hay algo que nunca le debes decir a una o un paciente con cáncer y es decirle que es su culpa, compartió Rosy. El cáncer te tiene en el suelo, estás en la lona, y hay quienes te culpan por tu sobrepeso, que en mi caso fue una consecuencia del tratamiento. Otros más me dijeron que era por rencores añejos. Desde adolescente he trabajado en mis emociones para mantenerme positiva ante la vida y eso fue antes del cáncer y será después de él, dijo.

¡Tócate!
Uno de los eslogan de campañas más exitosos es el famoso ¡Tócate para que no te toque! A partir de los 20 años, la exploración debe hacerse siete días antes o después del periodo menstrual. A los 25 se debe realizar al menos una vez al año la exploración clínica. A partir de los 40 a los 69 años, la mastografía anual es el método más efectivo de detección.

Ortega Armenta recordó que la detección del cáncer de mama no es sólo en octubre, es todo el año, por lo que instó a la población femenina a acudir a los centros de Cuernavaca, Jiutepec, Jojutla y Cuautla para realizarse una mastografía, si están en edad de ello, y regresar por los resultados, “si están normales qué bueno, de lo contrario deben iniciar un tratamiento de inmediato”, sentenció.

Una debe hacerlo por sí misma. Los hijos, la pareja, la familia, son incentivos muy poderosos pero la vida sigue y seguirá si estoy o no, eso les dije a mis hijas hace cinco años. En junio paso fui dada de alta y ahora mis hijas y mis sobrinas se checan periódicamente. Ninguna de ellas ha tenido alguna anomalía”

Magda.

“Es feo vivir con cáncer pero es peor vivir con miedo”, dijo Rosy Acevedo a modo de cierre, tras tres años de no registrar anomalía alguna y que espera un par de años más para ser dada de alta definitivamente.

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