Después de años de inactividad, el Castillito de Cuernavaca podría reabrir sus puertas como sitio turístico e histórico, así lo anunció el secretario de Turismo del municipio, Marcos Manuel Suárez Gerard, al informar que el inmueble se encuentra en proceso de rehabilitación.
El Castillito está en proceso de rehabilitación, ya tenemos el dictamen del Colegio de Ingenieros ante los daños que sufrió con los sismos desde 2017, y es factible su reapertura para retomar su atractivo turístico”
Marcos Manuel Suárez Gerard, secretario de Turismo en Cuernavaca.
Sismo del 2017 dañó el Castillito de Cuernavaca
Desde el sismo del 19 de septiembre de 2017, el emblemático Castillito de Cuernavaca permaneció cerrado debido a los daños estructurales que representaban un riesgo para visitantes y trabajadores.
Aunque el espacio es reducido, las autoridades consideran necesaria una inversión moderada para reforzar su estructura sin alterar su diseño original.
El proyecto también implica diálogo con los dueños de un edificio de departamentos colindante, el cual también fue gravemente afectado por los sismos. La barda perimetral que comparten ambos inmuebles será derruida por riesgo de colapso. Esta colaboración busca garantizar la seguridad integral de la zona.
En 2023, un intento de rehabilitación a través del Programa Nacional de Reconstrucción, con participación del ayuntamiento, la Facultad de Arquitectura y la Escuela de Turismo de la UAEM, no logró concretarse. Sin embargo, el actual gobierno municipal busca retomar y materializar esta iniciativa.
Patrimonio histórico y legado urbano
El Castillito de Cuernavaca fue construido a inicios del siglo XX con estilo francés y materiales locales. Es una casa victoriana ubicada en el corazón del centro histórico de Cuernavaca. Fue parte de una serie de edificaciones similares como el Hotel Moctezuma y la casa del Dr. Dickens, y fue originalmente construido para el custodio del puente Porfirio Díaz y la Barranca de Amanalco.
Durante la Revolución Mexicana, quedó abandonado y fue rescatado en los años 30 por el gobernador Vicente Estrada Cajigal, quien lo entregó a Arcadio Varela, pionero del programa de reforestación de la ciudad. Décadas más tarde, se convirtió en museo fotográfico que albergó la colección de Sergio Estrada Cajigal Barrera.
En 1986 fue declarado oficialmente patrimonio de Cuernavaca, y hoy, tras casi ocho años de inactividad, su posible reapertura representa un paso importante hacia la recuperación del valor cultural y turístico del centro histórico.