Los cuartos de final entre las Águilas del América y los Esmeraldas de León, dejó polémica, bronca en la tribuna y un castigo para el atacante azulcrema, Julián Quiñones.
El naturalizado mexicano, fue el encargado de ejecutar el tiro penal que pitó el árbitro central, Fernando Guerrero, quien consideró que había una infracción en contra de Henrry Martín y con ello argumentó que había castigo desde los once pasos.
Quiñones decidió tirar el penal a lo Panenka, posterior a este gol por la vía penal, el atacante tomó sus genitales con una de sus manos. Dicha conducta no fue vista por el árbitro central, pero sí por la Comisión Disciplinaria de la Liga MX, por lo que tomó el caso por oficio y decidió sancionar al jugador americanista.
Los Jugadores y/o integrantes del Cuerpo Técnico que celebren un gol o el triunfo del partido con conductas, gestos o ademanes excesivos, inapropiados, obscenos, ofensivos, groseros, burlones o francamente antideportivos hacia el adversario o hacia el público en general, que hayan o no sido vistas por el Árbitro, serán sancionados.”, se lee en el artículo 43 del Reglamento de Sanciones de la Federación Mexicana de Futbol.